Hace unas semanas os traje la review de la primera temporada de Boku no Hero Academia, un anime que adapta el manga de Kouhei Horikoshi. Bien, al contrario de lo que ocurre en la primera temporada, encontramos dos arcos claramente diferenciados. Es por esto, y porque son muy distintos, que los trataré de forma separada.
El primer arco ocupa los primeros trece capítulos de la temporada y se centra en el festival deportivo de la academia UA. Este festival es, a fin de cuentas, un torneo clásico en los shounen que sirve para que los personajes demuestren sus habilidades un entorno más o menos controlado, su poder base, si lo preferís.
Pero en Boku no Hero Academia son capaces de darle un toque interesante, centrándose en los alumnos de la clase 1-A que llevarán la carga del protagonismo de ahora en adelante. Así como Midoriya era el centro de atención en la primera temporada, ahora servirá como vehículo conductor que permitirá evolucionar a sus compañeros.
Estos compañeros son, en el primer arco: Shouto Todoroki, Ochako Uraraka y Katsuki Bakugo. Estos estudiantes tendrán sus momentos durante el torneo en los que se verán afectados en mayor o menor medida por nuestro protagonista. Todoroki aprende a sobrellevar un trauma familiar y desbloquea todo su potencial en un combate contra Midoriya y Uraraka encuentra nuevas fuerzas y convicciones al trabajar con nuestro protagonista.
Bakugo, por su parte, no es desarrollado de una manera tan drástica como los dos alumnos anteriores. Esto lo hace un personaje bastante creíble, alguien que aprende de sus errores y que, poco a poco, se baja del pedestal en el que el mismo se había puesto.
Esto podemos observarlo, sobre todo, en las dos primeras pruebas del festival. En ellas ni siquiera recuerda el nombre de sus compañeros de clase pero, al ser derrotado por Midoriya en ambas pruebas empieza a darse cuenta que cualquiera puede llegar a alcanzarle si se descuida. Así, cuando se enfrenta a alguien de apariencia débil como Uraraka evita ser pillado por sorpresa al reconocer su fuerza a tiempo.
En cuanto a la trama general del arco, este solo sirve como preludio para la segunda mitad de la temporada, preparando todos los eventos que nos llevarán al arco protagonizado por nuestro último alumno: Tenya Iida.

En apartados técnicos solo puedo decir que Bones Studio aumenta la calidad en la animación, dando combates espectaculares en el festival, destacando el combate entre Midoriya y Todoroki. La banda sonora mantiene su calidad con respecto a la temporada anterior y el opening, Peace Sign de Kenshi Yonezu, vuelve a ser otra canción animada y pegadiza como el de la temporada anterior. Para seros sincero, el ending, Dakara, Hitori ja nai de Little Glee Monster, no lo recuerdo en absoluto.
En el segundo arco, la historia toma una dirección más oscura con la aparición de Stain, un asesino que acaba con los héroes que el no cree que sean dignos de serlo. Mientras tanto, nuestros protagonistas se entrenan con héroes profesionales para mejorar sus habilidades, siendo Midoriya y Uraraka los que mejoran de forma más notable.
El verdadero problema aparece cuando Stain hiere de gravedad al hermano de Iida, el héroe conocido como Ingenium, al que este admira mucho por lo que el alumno decide tomarse la justicia por su mano y vengarse. Así descubrimos que el delegado de la clase 1-A es bastante inseguro y vive constantemente a la sombra de su hermano. Esto se ve perfectamente cuando intentan elegir su nombre de héroe y él se niega a tomar el manto de su hermano.
Pero la verdadera sorpresa de este arco es, sin duda, el villano. Stain no persigue objetivos materiales o incluso la venganza personal, él predica lo corrupta que está la sociedad de héroes y decide erradicarla por cualquier medio necesario. Este pensamiento anarquista al más puro estilo del Joker de Heath Ledger resulta muy interesante, sobre todo cuando los villanos que tuvieron su breve aparición en la primera temporada deciden utilizarlo a su favor.
Además, la forma de pensar del Asesino de Héroes lo convierte en alguien creíble. Un terrorista que, mediante el asesinato de los héroes que no lo son por vocación, pretende acabar con la corrupta sociedad a la que está completamente opuesto. Para acabar de redondear al villano, su apariencia y su don le dotan de un aura siniestra que lo hace aún más temible. Lo malo, es que dejará el listón muy alto para el villano principal, del que ya van dando algunas pistas.
En cuanto al apartado técnico no hay mucho más que añadir respecto al primer arco pues tanto la animación y banda sonora mantienen su calidad. El opening y el ending cambian, Sora ni Utaeba de Amazarashi y Datte Atashi no Hero de LiSA respectivamente. El opening sigue el mismo tono que los anteriores y este ending es mucho más entretenido que el anterior, al menos lo recuerdo.
Para acabar, me gustaría añadir que es en esta temporada donde al fin podemos apreciar el tono que llevará la serie. Es definitivamente mejor que la primera y la aparición de villanos complejos y el desarrollo de personajes como Bakugo hacen que espere con ansia lo que ocurrirá después.
Nota: 9/10