“El pasado veintisiete de junio se estrenó Evangelion 3.0+1.0, la entrega final de la saga de películas Rebuild of Evangelion”. Bueno, o eso hubiéramos podido decir de no ser por la crisis del coronavirus. Ocho años después de una muy cuestionada tercera entrega, finalmente iba a llegar a los cines la conclusión, pero una vez más, se nos ha vuelto a escabullir. Quizá para algunos esto pueda suponer una decepción, pero en mi caso sólo deseo ver la cuarta película para poner punto final al que creo que es uno de los mayores despropósitos del anime en mucho tiempo.
Parafraseando a nuestro querido Miyazaki, Rebuild of Evangelion fue un error. No funciona ni como elemento de la saga de Evangelion ni como serie de películas independiente, y ha sido un lastre para la carrera de dos directores brillantes durante muchos años. Viendo la gran popularidad que tiene el contenido de Evangelion en nuestro blog, creo que ha llegado la hora de exponer por qué este proyecto es uno de los mayores fracasos de la historia del anime.
Al pensar en la producción de Evangelion, la primera persona que se nos viene a la cabeza es Hideaki Anno, el director de la serie original y de la película que la concluye, End of Evangelion. Sin menospreciar el trabajo de otros excelentes trabajadores de Gainax que trabajaron en la obra, él fue quien estuvo al mando del proceso creativo y el responsable de lo que es y representa. Sin embargo, al hablar de Rebuild, es necesario interpretarlo como un tándem entre él y Kazuya Tsurumaki, otro animador de Gainax que fue asistente de dirección en la serie. Casi toda la carrera de Tsurumaki como director ha girado en torno a Anno, habiendo tomado las riendas de la adaptación de Karekano después de que éste dimitiese por desavenencias con la mangaka, y llevando a cabo Diebuster, la secuela tardía —y mala— de su mítica serie Gunbuster. Su única experiencia dirigiendo fuera de su órbita fue en la serie de OVAs FLCL, que además es fácilmente su mejor trabajo.

El inicio de esta nueva versión tuvo lugar en septiembre de 2007, con la llegada a los cines de Evangelion 1.0, producida por el estudio Khara, que fue fundado por Hideaki Anno un año antes para la producción de estas películas y ha sido dirigido por él desde entonces. Curiosamente y al contrario de lo que suele ser habitual en esta industria, la página web del estudio contiene una sección dedicada a relatar la carrera artística de Anno de forma muy detallada, y que puede leerse tanto en japonés como en inglés. Según esta información, Anno comenzó a trabajar en la serie de remakes de Evangelion en otoño de 2002, y la planificación de la saga le tomó seis meses. En otras palabras, estamos hablando de que este proyecto le ha llevado un total de dieciocho años (Tsurumaki se uniría a la producción tras finalizar Diebuster, entre 2005 y 2006). Cuando la primera película salió en cines, Anno declaró su intención de que la tetralogía estuviese terminada en 2008, una idea ridícula a todos los niveles, y que es especialmente graciosa a día de hoy, cuando trece años después todavía no tiene fecha de cierre.
Los años de planificación que precedieron a las películas dejan bastante claro que este proyecto no se concibió como algo de poca envergadura ni como una manera fácil de contentar a los seguidores de la saga, sino como una nueva pieza clave dentro de ella y con el propósito de aportar a la obra en su conjunto. El compromiso férreo de hacer una tetralogía, que además no se ha alterado con los años, demuestra una gran voluntad por parte de los directores más allá de ser un sacacuartos barato, lo que hace que sean dignas de ser comentadas. Resulta paradójico que esa tenacidad haya sido quizá su mayor error.
La factura técnica de estas películas es elevadísima: son relativamente largas para ser películas de animación y contienen muchas escenas de acción con un uso distendido y bastante meritorio de animación 3D, a la vez que cuentan con una muy elaborada animación 2D. Todo esto requiere de muchos profesionales que cubran las necesidades de cada medio, y la cantidad de personal involucrado en estas producciones es inmensa. Lamentablemente, no son algo que se haga en poco tiempo, y realizar cuatro películas era un esfuerzo enorme que creo que Anno no sopesó en serio.

Rebuild of Evangelion ha limitado la carrera de ambos directores enormemente. En el caso de Anno el impacto ha sido algo menor, habiendo podido dirigir un par de películas de acción real en los años 2000, y tras los enormes problemas que sufrió tras el estreno de Evangelion 3.0, se alejó del proyecto para dirigir Shin Godzilla en 2016. Su actividad fuera de Evangelion ha sido bastante comedida, sobre todo en comparación a cómo trabajaba antes. Por otro lado, en el caso de Tsurumaki la dedicación ha sido casi exclusiva. Más allá de eventuales trabajos de animación en series de Gainax como Gurren Lagann o Abenobashi, no ha hecho nada aparte de trabajar en estos remakes. Viendo a directores de su quinta y también discípulos de Anno como Hiroyuki Imaishi o Atsushi Nishigori, que han triunfado fundando el estudio Trigger, la carrera de este hombre me entristece. En gran parte de su trabajo demuestra ser un director bastante competente, que sin embargo ha quedado ligado a esta ancla sobredimensionada e inamovible, y que a vista de los resultados fue un error desde el inicio.
Es doloroso recordar que en 1995, Anno y su equipo fueron capaces de armar en menos de un año una obra que se convertiría en un elemento trascendental en la historia del anime, y que pese a compartir el mismo marco argumental, se ha tardado casi dos décadas en repetir a causa de la megalomanía que le sobrevino a nuestro amigo.
A pesar de la buena o mala planificación, aún nos toca hacernos la pregunta del millón: ¿son las películas buenas o no? Aunque creo que podéis imaginar mi respuesta, merece un análisis en profundidad.
El próximo día en Aki no Anime: la reseña de las tres películas estrenadas hasta el momento y segunda parte de esta trilogía de entradas. ¡Os esperamos!
Como esperaba, este análisis de la industia del anime ha sido tan completo y profundo como esperaba. Snowball, deberían coronarte como el sociólogo del anime: tus ojos ven más allá de los demás. Desde el cariño que tienes a Evangelion y con tus conocimientos técnicos has erigido una crítica muy fundamentada a un proyecto que pudo ser glorioso. Espero con expectación la continuación de este magnífico análisis.
PD: Espero que cuando te contrate Hideakki Anno le de otro brazo a tu EVA-01 :3
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¡Hola David! Muchísimas gracias por tu comentario, un elogio así viniendo de ti es especialmente valioso, me alegro de que te haya gustado. En la tercera parte (y final) de este análisis continuaré esta línea comentando la situación actual de Anno y Khara más a fondo.
Y sí, espero que si me contrata me lo lleve al taller, o me dé una figura de Misato como compensación. :3
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