Esta entrada es la continuación de otra anterior, pincha aquí para leerla.
Después de una trayectoria decadente y tras dilapidar cualquier aspiración de estar a la altura de la versión original, nos queda hacernos una pregunta kantiana: “¿Qué nos cabe esperar?” ¿Arreglará este desaguisado la cuarta película?
Aunque deseo equivocarme, todo apunta a que la última entrega será del mismo nivel que Evangelion 3.0, y creer otra cosa es autoengañarse. El verano pasado se proyectaron en una convención los diez primeros minutos de la película, los cuales os recomiendo ver ilegalmente en Internet si estáis interesados. Me parecen vergonzosos, pero usarlos como argumento cuando no tenemos la película completa sería poco honesto. En cambio, voy a hacer algo más interesante: exponer los dos motivos que considero clave.
Anno no tiene interés personal en seguir con Rebuild
En abril de 2015, Hideaki Anno se sinceró sobre su situación personal en una carta publicada en el sitio web oficial de Evangelion a la que podéis acceder pinchando aquí. Como podréis comprobar está en japonés, y como yo no sé chino le he pedido ayuda a nuestro querido redactor jefe, que por una vez y sin que sirva de precedente, ha resultado de gran utilidad a la causa común. Se pueden leer extractos muy interesantes:
“Diciembre de 2012. Después del estreno de Q [Evangelion 3.0] algo se rompió dentro de mí. La depresión volvió. Era la merecida recompensa de dejarme el alma en producir Evangelion otra vez durante seis años.
Llegó el 2013. Ese año fui atacado por olas de negatividad que oscilaban de atrás a delante. No pude acercarme al estudio que dirijo ni al trabajo que estaba realizando en todo el año. Mi relación con mis allegados se deterioró, el mundo se desmoronaba […], fui absorbido por el desánimo y la inestabilidad mental.
Durante esa época causé problemas a muchas personas. Gracias a mi esposa y a mis amigos fui capaz de mantenerme en este mundo, y el trabajo de doblaje que me encargó Hayao Miyazaki [en la película «El Viento se Levanta»] funcionó como un nexo al mundo de la producción de anime. […]
Noviembre de ese mismo año. […] Gracias al vídeo promocional de Shiro Sagisu, fui capaz de experimentar la alegría de la animación una vez más, confirmé que me gustaba el anime una vez más, y quise volver a la escena de la producción una vez más. Una vez más, lo deseaba. También sentí que el personal quemado por la producción de Evangelion debía encaminarse hacia otros proyectos. […]
Principios de 2014. Finalmente volví al estudio. A partir de entonces, he estado volviendo gradualmente a trabajar en anime a raíz de mi proceso de rehabilitación, que ha durado más de un año. […]
Y 2015. Veinte años después de la emisión de la antigua Evangelion, el trabajo para completar esta versión fílmica, que se había quedado esperando durante dos años, está siendo puesto en marcha. Esto sería impensable sin todas las personas que tengo a mi alrededor y al apoyo de los seguidores. Os lo agradezco encarecidamente. […]
Al mismo tiempo, estoy trabajando en la realización de una película tokusatsu. Todo empezó a finales de enero de 2013. Recibí una proposición de Touhou (N.T.: la productora de la película) que decía “nos gustaría que dirigiese la nueva película de Godzilla”. Yo no estaba mentalmente estable, así que les dije “no puedo, y además tengo que encargarme de Evangelion”. Sin embargo, la honestidad de Touhou y el entusiasmo de mi co-director Shinji Higuchi me hicieron tomar el rol de director en marzo de este año. […]
Decidí aceptar porque era una nueva oportunidad que no podía dejar para más adelante, y estoy en condiciones de hacerlo. Sentí que si no me metía en un proyecto que no tuviese que ver con Evangelion, no podría seguir adelante. […]
No importa lo que un creador escriba para resarcirse: es sólo una excusa. Siendo consciente de que esto será expuesto tanto a personas comprensivas como maliciosas, pienso hacer una película tokusatsu que represente a Japón en esta era. Escribo esto con esperanza de ser entendido, al menos un poco.
Por último, me gustaría agradecer otra vez a todos los que me animáis, y a los seguidores y espectadores que apoyan mi trabajo y permiten que pueda seguir haciendo películas.”
Hideaki Anno
Esta carta es sumamente interesante, y arroja mucha luz sobre lo que estaba pasando en Khara después de la tercera película. Quizá por la mala recepción del filme, quizá por una producción convulsa o probablemente por una mezcla de ambas cosas, Anno llegó a la desesperación. Su recurrente depresión, como la que sufrió después de la producción de Fushigi no Umi no Nadia en 1991, volvió a atacarle, dejando al proyecto en estasis durante dos años y disminuyendo notablemente el ritmo de producción.
Esa esperanzadora carta de 2015 fue un preludio a lo que estaba por llegar, que ha acabado siendo una etapa bastante positiva en la carrera de Anno: produjo la Expo de Animadores Japoneses, dando visibilidad a trabajadores veteranos e incipientes de la industria en proyectos originales y deslimitadores, y su Shin Godzilla se convirtió en una película premiada y aclamada, reavivando un género amenazado que él adora como el tokusatsu. Ha demostrado estar muy en forma como creador y salir a la palestra por trabajos no relacionados con sus viejas glorias. Sus apariciones públicas en este tiempo también se han disparado, y parece muy cómodo en esta nueva situación. Siendo sincero, casi que me da pena que siga teniendo la cadena de esa última película, porque es evidente que su ilusión está en otros trabajos.

No conozco a Anno, ni domino su idioma como para entrevistarlo (más allá de las frases de anime me pierdo), por lo que no puedo saber a ciencia cierta qué tiene en la cabeza, pero intuyo que no ha realizado Evangelion 3.0+1.0 con muchas ganas. Esta tetralogía le ha quemado y causado muchos disgustos a lo largo de casi veinte años, y como dice en esta carta, le hizo perder el gusto por la animación. No me creo que le mueva otro impulso que el de ponerle punto y final de la manera que sea.
A Khara no le conviene terminar Rebuild
Tras el anuncio de cancelación de la fecha de estreno a causa de la situación que vivimos, no se atisba una nueva fecha provisional a pesar de que la situación en Japón no es particularmente grave. Más allá de los cacaos mentales de nuestro querido director, hay un motivo subyacente que ayuda a entender por qué no ha habido nunca ni hay ninguna prisa por sacar la cuarta película: el parné.
A causa de la detención a finales del año pasado del Maki Tomohiro, el director del estudio Gainax, por presuntos abusos sexuales a dobladoras, Anno concedió una entrevista al diario económico japonés Diamond Online para desmarcar su nombre y el de su obra completamente de Gainax, empresa de la que ya no forma parte desde 2007. En su relato, Anno habla distendidamente de la malversación de fondos en Gainax (un tema muy interesante en sí mismo y por el que os recomiendo leer la entrevista, que fue traducida por bastantes medios digitales) y menciona el tema de la propiedad intelectual de sus obras. Si bien los derechos de Rebuild siempre han sido ostentados por Khara, los de la serie original fueron propiedad de Gainax hasta 2014, cuando para sanar sus enrojecidas cuentas pidieron un préstamo a Khara a cambio de cederles los derechos de Neon Genesis Evangelion. Es decir, desde un año después de Evangelion 3.0, Khara tiene el control económico total de la obra en su conjunto, una de las franquicias más rentables de Japón.
Para poneros en perspectiva, Evangelion ha generado un beneficio total desde 1995 de más de dieciséis mil millones de dólares, postulándose como la decimoséptima franquicia más recaudadora de la historia, de los cuáles doce mil millones han sido generados por las máquinas Pachinko, las tragaperras japonesas. No por los DVDs, no por música, no por figuras de las películas nuevas. Por el puñetero Pachinko. ¡Tres cuartos del total! Evidentemente, este fenómeno está alimentado por el hecho de que Evangelion es algo vivo, la expectativa de la última película sigue ahí, y eso genera muchos beneficios. Hay hasta dieciséis máquinas Pachinko diferentes con temática de Evangelion, muchas de ellas sobre la saga Rebuild en concreto. ¿Por qué matar a la vaca antes de que pueda dar toda su leche?

Esto, por supuesto, echa por tierra cualquier argumento que vaya por la línea de “están demorándose en hacer la película porque quieren que sea impecable”. Ya la han pifiado y lo saben, por lo que es muy difícil de creer que esta tardanza sea a causa de una apuesta por la calidad a estas alturas del circo.
Y eso es todo, amigas. Aquí termina mi reseña e investigación sobre Rebuild of Evangelion. Considero una auténtica pena que algo tan ambicioso e interesante haya tenido una deriva tan lúgubre. Es difícil de negar que como obra de ficción ha resultado ser un error mayúsculo y que dudo que sus directores volvieran a repetir si pudieran volver atrás, y su envergadura es lo que lo convierte de forma casi indisputada en el mayor derroche de potencial en la industria en estas últimas dos décadas.
Pero por si alguien se ha hecho la idea equivocada, lo aclaro: no hago esto porque no me guste Evangelion, más bien al contrario. Si has tenido el arrojo de leer esta perorata sin haber visto la serie original, te recomiendo que aparques lo que estés viendo y vayas a verla; y si ya la has visto, ¡hazlo otra vez! No sólo marcó un antes y un después en la animación japonesa y revitalizó la producción de animes originales cuando sólo había cabida a adaptaciones en la televisión, sino que a día de hoy sigue siendo una obra imprescindible.
Neon Genesis Evangelion y The End of Evangelion forman un relato impagable sobre las dificultades en la interrelación y la necesidad de la empatía al que siempre merece la pena volver. Pero debió quedarse como un cálido recuerdo al que dejar fluir como sus olas rojas, porque ante todo, esta obra siempre se reflejará en el poema de Chillida:
Moderno como las olas,
antiguo como la mar.
Siempre nunca diferente,
pero nunca siempre igual.
Una respuesta a “Por qué Rebuild of Evangelion es un FRACASO — ¿Qué pasará con Evangelion 3.0+1.0? (3/3)”