¡Bienvenidas a todas un día más a Aki no hay Anime! En primer lugar, me gustaría disculparme en nombre de todo el equipo. Sé que este mes nos hemos pasado. En cantidad de publicaciones, pero especialmente en calidad. Después de una reseña seria a un anime reciente y tres artículos poniendo a parir a la mafia del Pachinko evangélico, sé que muchas echáis de menos nuestras fruslerías. Dadas las circunstancias creo que es mi deber cumplir con vuestras expectativas trayéndoos la tercera entrega de Preguntas y Respuestas.
En esta sección respondemos a las preguntas que realizáis en vuestros motores de búsqueda y que os llevan de una forma u otra hasta nuestro blog. Como es habitual, las inquietudes de nuestro querido público son de interés general, ¡así que vamos a ello!
¿Un anime “no para todos”?
Interesante cuestión, aunque no sé exactamente por dónde van los tiros. Por regla general, creo que un buen anime lo es para casi todo el público adulto, lo que me hace más difícil segregar. Pero tomando la expresión en todo lo que abarca, te recomiendo que leas un artículo que tengo recomendando animes nanar al que puedes acceder pinchando aquí. Esos son tan “no para todos” que no son para nadie. ¡Espero que los disfrutes!
¿Cómo termina Tamako Love Story?
Si algo indica el elevado tráfico de la reseña que hizo nuestro redactor jefe de la película es que tenéis un gran interés en ella. No es para menos: relata una bonita historia de amor y cuenta con una dirección muy hábil. Quizá muchas creáis que la película acaba con Mochizou yéndose a estudiar fuera y Tamako quedándose a trabajar en su barrio pero, ¿fue eso realmente lo que ocurrió?
Esa fue la versión que pudo emitirse en cines, pero la cinta original no tenía la duración de hora y media que se presentó ante gran público. En realidad, la edición sin censura alcanza las tres horas: el doble del metraje emitido. Por culpa de las presiones de múltiples organismos internacionales, no soy capaz de ofreceros la versión íntegra, pero tuve el placer de verla en una proyección especial en Okinawa hace tres meses, gracias a la escasa vigilancia durante la crisis del coronavirus. Su directora Naoko Yamada, conocedora de la labor que realizamos aquí, me rogó que no hiciera público lo allí acontecido, pero mi deontología como periodista otaku me impide cumplir con nuestra promesa.
En la edición original, poco después de la marcha de Mochizou, Tamako empieza a tener encuentros furtivos con su amiga Midori hasta que finalmente consiguen reunir el valor de hacer pública su relación. Poco después, la deriva socialcomunista de este anime que mencioné en mi entrada de abril —la cual escribí poco después de asistir a la proyección— comenzó a brillar más que nunca. Tamako, su familia y sus vecinos organizan una revolución proletaria, convirtiendo su pequeña ciudad en “la Marinaleda japonesa” (Nihon no Marinareda). La escala de la película seguiría creciendo, con las protagonistas llegando a tomar la Bolsa de Tokio por las armas en la última escena mientras suena el himno de la Segunda Internacional.
Ese es el verdadero final de Tamako Love Story. Porque el amor de Tamako no es el que siente por Mochizou, sino el que siente por Midori y por la dignidad del género humano. Una subversión de las expectativas inusitada, y que sólo puede entenderse conociendo la historia personal de su directora.
En mi última visita al Ministerio del Interior, pude hacerme con documentos probatorios de la afiliación de Naoko Yamada a la banda terrorista ETA —también conocida por José María Aznar como “Movimiento vasco de liberación”— entre los años 2003 y 2005, hasta que el comienzo de su trabajo en Kyoto Animation le impidió seguir con su actividad política. Adjunto la siguiente ficha de afiliación, que os recomiendo ampliar y leer detenidamente.
Lo siento mucho, Naoko. Esos días que compartimos significaron mucho para mí, pero tenía que llevar a cabo mi cometido. Espero que algún día puedas perdonarme.
Eres mi primavera.
¿Cuál fue la importancia de Evangelion en el anime?
Muchísima, como os podéis imaginar, y a todos los niveles. Quizá su mayor contribución fue dar vida a la producción de animes originales para televisión. Durante la burbuja económica de los años ochenta el modelo de producción de OVAs originales tuvo su gran apogeo, dándonos muchos de los mejores animes que existen, pero desde la irrupción de la crisis en 1991 nunca volvieron a levantar cabeza; mientras que en televisión los únicos animes originales que se emitían eran los que podían vender figuras a raudales —Macross, Gundam o Uchuu Senkan Yamato entre otros— dejando muy poco espacio a lo que fuera diferente. El éxito incontestado de Evangelion cambió el rumbo de la producción de anime durante los siguientes diez años, permitiendo la financiación de las decenas de animes originales que se emitieron durante esa época. Que Evangelion tuviera el éxito que tuvo en mitad de la Década Perdida de la economía japonesa fue trascendental para el medio.
Y por supuesto, no sólo fue un éxito económico sino una grandísima obra del séptimo arte, siendo brillante a muchos niveles…al menos hasta que se quedaron sin patrocinadores y tuvieron que empezar a dibujar con crayones. A causa de esto, muchos animes han seguido su estela, con varios directamente tratando de replicar la serie, siendo el ejemplo más infame de esto Mars of Destruction. Y no queremos volver a hablar de eso, ¿verdad que no?

¿Habrá tercera temporada de GJ-bu?
¿Habrá tercera temporada de New Game?
Ojalá. Estas preguntas me dan la oportunidad de disertar sobre estas series por mi cuenta y riesgo, ya que de sus reseñas se encargó nuestro querido redactor jefe, aunque mi opinión no se distancia mucho de la suya: adoro ambos animes y me parecen muy divertidos. Doga Kobo —el estudio los realizó— es un auténtico artesano de los animes de chicas monas hablando y tomando el té durante muchos episodios, el cual es probablemente el mejor género cinematográfico jamás concebido. No todos sus obras son santas de mi devoción, pero estas dos en particular dan en la diana. En ambas el tratamiento de sus personajes es bastante menos somero de lo habitual, y bueno… son… adorables. ¡Id a verlos si no lo habéis hecho!
Con GJ-bu veo bastante complicado lo de la tercera temporada, considerando que ni siquiera tiene segunda y ya han pasado siete años desde su estreno, pero con New Game veo resquicios de esperanza. Por lo menos en occidente la serie es bastante querida (un anime sobre crear videojuegos es una fantasía otaku en sí misma) así que por lo menos nos queda soñar.

¿Reinharto-sama de LOGH?
Pide y se te concederá.
El primer Kaiser capaz de anunciar champú. Qué tío más grande.