Octubre es uno de mis meses favoritos. Es el mes del día del mochi, del día de Mean Girls y Fullmetal Alchemist, del día de la resistencia indígena. Es el mes de la Revolución Rusa y también es el mes de mi cumple. Ocurre hasta Halloween de pasada, incluso. Pero además de todo eso, es el mes de Umineko no Naku Koro ni, la serie de novelas visuales de misterio de Ryukishi07. Así que aprovechando la ocasión, os traigo un nuevo análisis periodístico.
Leyendo Umineko durante este verano, no he podido evitar fijarme en que hay muchas similitudes entre su clan pijo protagonista, la familia Ushiromiya, y la familia real española. Demasiadas para ser una coincidencia. Comparar a cada personaje con su contraparte borbónica nos muestra una pieza de un puzle de una magnitud mucho mayor de la que habría podido imaginar antes de comenzar mis pesquisas.
Hoy os pido que me acompañéis en una investigación financiada por Fidel Castro, Kiko Veneno, el Grupo de Puebla y el acento tejano de José María Aznar, en la que vamos a desentrañar los nexos ocultos entre las dos familias y trazar las diferentes teorías al respecto sin hacer spoilers de las novelas. Bienvenidas a Aki no Anime.
Empecemos por los patriarcas de ambas familias, Kinzo Ushiromiya y Juan Carlos I. Kinzo era el heredero de una familia de pasta venida a menos que, después de asumir el control, la llevó otra vez a lo más alto de la oligarquía económica de manera más que opaca. Se erige como autoridad absoluta y su relación con sus hijos es terrible, llevando a que estos se peleen públicamente por ver quien se lleva más pico de herencia cuando él todavía sigue en pie. En su momento le obligaron a casarse con otra aristócrata, pero está obsesionado con su waifu, la Bruja Dorada Beatrice, por la que llora por las esquinas cada vez que piensa en ella.
En este sentido, nuestro abuchachi nacional cumple todas las casillas casi punto por punto. Después de convertirse en el heredero de Franco se hizo de oro en el mundo del business, valiéndose además de las instituciones del estado con la connivencia o la pasividad del mandatario de turno y alcanzando una fortuna de cientos de millones de dólares en el extranjero. Después de que le obligaran a abdicar dice arrepentirse de haberlo hecho y pisotea la autoridad del zangolotino de su hijo cada vez que tiene ocasión, mientras que sus dos hijas intentan ganarse su favor a ver si hincan el diente en la pasta. Por si fueran pocas similitudes, intentó divorciarse de la reina consorte para casarse con su novia rubia, que en este caso se llama Corinna; y está siendo investigado por (presuntamente) acosarla usando a los servicios de inteligencia españoles desde 2012. Encajan demasiado para ser una coincidencia.

Hay imágenes que se pueden oír.
Pero las similitudes entre Krauss, el hijo de Kinzo, y el actual rey Felipe se acentúan aún más. Krauss no heredó el talento para la depredación económica de su padre, y se dedica a meter dinero en inversiones cuestionables sin darle muchas vueltas (si Umineko ocurriese en 2022, Krauss sería un cryptobro). Felipe tampoco parece tener el talento económico de su padre, y trata sin mucho éxito de mantener un mínimo de credibilidad pública para la monarquía. A pesar de que pasan la cincuentena, ambos son desautorizados por sus padres constantemente y no inspiran demasiada confianza. Al menos Krauss tiene la voz de barítono de Jurota Kusogi, mientras que Felipe sigue teniendo gallos a su edad. Imagino que el presupuesto de Casa Real no le da para pagarse un logopeda.
Ambos tienen además bastante habilidad como púgiles: Krauss participó en competiciones de boxeo en su juventud y tiene oportunidad de demostrarlo en las novelas, y Felipe sabe apretar los puños como nadie en los mensajes de Navidad.
Las similitudes se extienden a las esposas de ambos. Natsuhi es hija de una familia de sacerdotes sintoístas que fue casada con Krauss mediante un matrimonio de conveniencia, y su condición de plebeya hace que el resto de la familia la trate a puntapié. En lugar de luchar contra el clasismo de esta familia pija, trata de compensarlo siendo más papista que el Papa, y se esfuerza mucho más que los hijos de Kinzo por conservar el estatus y el “honor” de la familia Ushiromiya. También es la responsable de que su marido no esté en la bancarrota, siendo bastante más sensata que él y muy firme contra el buitreo de sus hermanos.
Letizia encaja casi a la perfección con ella. Nuestra ex-periodista desclasada parece incluso más decidida que Felipe en mantener los privilegios de la monarquía y asegurar la sucesión para su hija mayor. En vista de la inabarcable corrupción borbónica, ha intentado desvincular a su familia del resto de los parientes del Rey, tratando de mantener la imagen de familia ejemplar. Sin embargo, alguna cosa parece que se le ha pegado de su familia política; no nos olvidemos de su amistad con Javier López Madrid (entrepreneur, gran demócrata, ladrón a manos llenas y delincuente sexual) con quien se trataba de “compiyogui”.
La mayor diferencia entre ambas está en que Natsuhi es, sin duda, la que más venera y respeta a Kinzo de toda su familia, a pesar de sólo ser suegro y nuera. Por otro lado, Letizia… bueno…
No tanto, eh.
Teniendo en cuenta la correlación de sus padres, las siguientes sólo pueden ser Jessica y Leonor. De entrada las dos comparten cierta similitud física, aunque hay más. Por suerte o por desgracia todavía no conocemos de qué pie cojea Leonor, pero podemos especular.
Jessica vive en Rokkenjima, pero va a un colegio pijo fuera de la isla, donde es una alumna VIP incluso dentro de ese ecosistema. A ella, sin embargo, no le gusta mucho estar en esa posición y reniega de su familia, y está enamorada de un femboy que trabaja de sirviente en su mansión.
Hace un par de años pusieron a Leonor en una tesitura similar, mandándola a un internado en Gales que también atiende la princesa Alexia de Holanda; y considerando los gustos de Jessica y el ambiente homoerótico que reina en los colegios católicos, no me extrañaría que fueran novias. Incluso con lo poco que conocemos sobre Leonor, las similitudes entre ellas son difíciles de ignorar.
Ya que entre todas le pagamos la vida a la Familia Real, yo me sumo a la tesis de que por lo menos nos dejen elegir por referéndum con quién casamos a Leonor para tejer relaciones estratégicas en lugar de dejársela en bandeja a su primo Froilán. Hay quien propone al hijo del rey de Marruecos, he oído hablar incluso de Barron Trump, pero creo que la mejor opción como país comprometido con la visibilidad lésbica sería casarla con Alexia. Además, de esta manera casi se le daría carácter de profecía a una gran pieza de literatura universal: el fanfic de Umineko en el que Eva Ushiromiya es la hija mayor de la familia y es casada con Natsuhi. Yo ahí lo dejo.
Ahora que hemos mencionado a Eva, su rol en la historia es muy similar al de Elena de Borbón, la hermana de Felipe. Eva es la segundogénita de Kinzo, y desde niña destacó mucho más que Krauss a todos los niveles, algo que Kinzo jamás valoró ya que, desde su punto de vista, una mujer debe ceñirse a “sus labores”. Esto le causó mucho resentimiento hacia su padre y su hermano, y no ceja en su empeño de hacerse con la fortuna familiar ya de adulta.
La inteligencia de Elena ha sido puesta bastante más en cuestión (en este caso no están lejos los hermanos), pero siendo en su caso la mayor de los dos la situación es similar. Desde que Felipe intentó desmarcarse de su padre y sus problemas con la ley, Elena y su familia han ido a verle a su exilio dorado en Abu Dabi varias veces, creando una “familia real alternativa”; imagino que intentando oler algo de los millones.
Otra similitud curiosa es el odio irracional a las esposas de sus hermanos: Eva no deja de hostigar a Natsuhi a la mínima oportunidad por su condición de plebeya, llegando a llamarla “vientre de alquiler” en la primera novela. Aquí bien es conocida la enemistad entre Elena y Letizia, y cómo a esta se le llamaba “la chacha” entre los círculos borbónicos de alta consanguinidad.

Rosa, la menor de las hijas de Kinzo, tiene también bastantes cosas en común con la infanta Cristina, la pequeña de Juan Carlos. Rosa tiene fama de idiota entre sus hermanos, mientras que Cristina tiene una sentencia judicial que así lo acredita; pero a pesar de lo que pueda parecer, ninguna tiene un pelo de tonta.
Rosa es madre soltera, motivo de lástima y un poco de desprecio por el resto de la familia, y dirige una tienda de ropa que sólo se mantiene a flote por las inyecciones de dinero familiar. A Cristina le fue mejor económicamente, pero también le tuvieron que echar un cable cuando a ella y a su marido les pillaron con el carrito del helado robando fondos públicos y defraudando a la administración. Salió indemne haciéndose la tonta por ser hija de quien es, pero su marido acabó en la cárcel por delincuente y después se divorció de ella, cuernos mediante.
Si bien a Rosa es a la que menos le importa el tema de la herencia de Kinzo, quiere asegurarse una parte para no tener que vivir con la plebe; y en nuestra radionovela borbónica, Cristina se ha unido a varios viajes de vasallaje a Abu Dabi.
Pero quizá el nexo más claro e interesantes es el que se da entre Battler, el protagonista de Umineko, y Froilán, el nieto mayor de Juanca.
Battler es el casquivano de la familia. Tiene fama de patán entre su familia desde niño, y aparece en la conferencia familiar por primera vez de años de desavenencias con su padre. Sin embargo, es en muchos sentidos el personaje que más se parece a Kinzo de la historia, y es bastante más perspicaz de lo que aparenta. Froilán quizá lleva las similitudes con el abuelo al extremo, llegando incluso a tener accidentes armamentísticos similares (aunque a diferencia de Juan Carlos, Froilán no es un homicida) y la misma insensatez en cualquier declaración pública. Ha sido merecidamente el blanco de la prensa rosa desde niño por sus arranques de ira públicos, y por coherencia narrativa astral nació el día del alzamiento. Eso sí, al igual que Battler es bastante avispado, en su caso no dejando pasar la oportunidad de usar las tarjetas black del abuelo para sus gastos.
Recordad que de haber sido el derecho a sucesión igualitario entre hombres y mujeres, este pavo sería nuestro próximo Jefe del Estado.
Por último, la hermana pequeña de Battler también se asemeja a la de Froilán. No voy a hablar mucho de Ange porque no aparece desde la primera novela, pero una de las cosas más llamativas de ella es que, pese a tener un carácter mucho más flemático que su hermano, se parecen en muchas cosas; hasta las expresiones que usan son similares. Victoria Federica, la influencer hecha a sí misma que vive en un pisazo en el centro de Madrid con el sudor de su frente, parecía más cuerda que su hermano pero desde hace tiempo son compañeros de fechorías, y van hasta a manifestaciones de extrema derecha juntos. Pero bueno, la estética patín-piti la domina mejor que nadie.
Podemos buscar coincidencias más etéreas con algunos personajes: por ejemplo la imagen de yerno perfecto de George con alguno de los hijos rubios de Cristina y Urdangarín, o la neurodivergencia de María Ushiromiya con la de la infanta Sofía, pero creo que ya hay suficientes pruebas.
Por otro lado, hay algunos personajes de Umineko que se escapan a esta comparativa. Por ejemplo, no tenemos a nadie que se refleje en Rudolf, ya que Kinzo tuvo un hijo más que el Barbacoas. ¿Algún bastardo de Juan Carlos, quizá?

Sus mechones rebeldes se parecen. No lo veo descabellado.
Ahora que hemos podido observar las similitudes entre los personajes de Umineko y la Familia Real, sólo nos queda preguntarnos el porqué. ¿Cuál es el motivo de las similitudes entre dos fenómenos tan inconexos como una novela visual japonesa y un círculo privado de endogamia? Tras un exhaustivo análisis de los datos, podemos establecer varias teorías al respecto.
- Umineko se basó en la Familia Real española. Esta teoría sería la más plausible, no sería de extrañar que un novelista intentando escribir a una familia pija creíble se fijara en una familia pija real (y anfibológica). Para intentar comprobar su grado de veracidad, contacté con Ryukishi07, el autor de Umineko, para preguntarle por estas cuestiones.
Lamentablemente no sé escribir en japonés, y barrunto que él tampoco sabe leer castellano, así que esta línea de investigación ha quedado en suspenso. Pero tampoco pasa nada, ya que era la opción más aburrida, y en esta época de posverdad y «verdades alternativas» podemos explorar opciones más interesantes.
- La Familia Real española hace roleplay de Umineko. Una interpretación de los hechos nada desdeñable, conociendo el carácter esperpéntico de nuestra monarquía. El larping (roleplay en vivo) está cada vez más a la orden del día; no tenemos más que mirar a los fans de Naruto o a los militantes de Frente Obrero. No sería de extrañar que Juan Carlos hubiera hecho un intento deliberado de modernizarse y hacer a su familia confraternizar con los gustos plebeyos del presente. Las fechas cuadran: la primera novela de Umineko se publicó en 2007, época en la que muchas de las dinámicas familiares ya estaban asentadas, pero en la que muchos de los escándalos relacionados con la corona todavía no habían salido a la luz. No hay que descartar una actuación calculada con connivencia de las diferentes instituciones (políticas, mediáticas y judiciales) para armar una interpretación fehaciente de los personajes de las novelas.
Para intentar probar esto, llamé al teléfono de contacto de Casa Real acreditándome como periodista de este medio para solicitar una audiencia con Felipe VI. La audiencia me fue denegada, e intenté pedir una entrevista con algún otro responsable de la institución, ante lo que se me instó a escribir un correo electrónico a la dirección de contacto para periodistas. Mi correo fue ignorado.
Todo esto me lleva a pensar en la veracidad de esta teoría. Al fin y al cabo, de no haber nada que ocultar, podrían haberla negado sin turbarse. Por desgracia, al no haber más hilos de los que tirar, esta línea de investigación también queda en suspenso.
- Juan Carlos I escribió Umineko. Quizá parezca la teoría más implausible, considerando el carácter iletrado de nuestro ex-monarca, pero no podemos descartar que Ryukishi07 sea en realidad Juan Carlos I, y que el supuesto Ryukishi sea un actor pagado por Casa Real. Consideremos por un momento que el personaje que antagoniza a la familia Ushiromiya durante las novelas es Beatrice, que podría no ser otra cosa que un alter ego literario de Corinna Larsen, quien por su posición e influencia sobre Juan Carlos también ha sido motivo de enfrentamiento en la familia. Sólo Juan Carlos podría escribir una historia en la que el abuelo, su self insert, sufriera de una infatuación indecible por Corinna; y en la que Battler (una idealización de sí mismo) fuera quien le diera las réplicas y compartiese protagonismo con ella mientras pinta al resto de su familia en un cariz negativo.
Esto tendría sentido si analizamos la carrera de Ryukishi en su conjunto. El supuesto autor nació a mediados de noviembre (compartimos signo zodiacal), aproximadamente nueve meses después del cumpleaños de Juan Carlos. Quizá esto sea un nodo a que Ryukishi es una personalidad que ha nacido de Juan Carlos, un fragmento de su ser, una identidad diferente dentro del mismo hombre. Por otro lado, no es casual que en la primera obra de Ryukishi, la serie de novelas visuales Higurashi no Naku Koro ni (situada en el mismo universo narrativo que Umineko), una de sus protagonistas y su personaje más icónico, Rena Ryuugu, se llamase Reina antes de los eventos de la historia. Puede que fuera una manera sutil de su verdadero autor de indicarnos su naturaleza dentro de la realeza, camuflándolo como un nombre japonés común. Y el personaje es de tal importancia para el autor que es parte de su nom de plume: el 07 de Ryukishi07 viene de la pronunciación de parte de esos números como «Re-na» o «Rei-na». Considerando este dato junto a la certeza de que Juan Carlos recibió tratamiento hormonal con estrógenos con la excusa de «bajar su libido», tampoco podemos descartar que Juan Carlos I sea una mujer trans.
Esta teoría contiene una laguna importante: sus fechas. Como hemos mencionado antes, Umineko comenzó a publicarse en 2007. Sería imposible que Juan Carlos pudiera haber predicho la deriva de su familia con tanta exactitud, y su distanciamiento de Corinna empezó años después. Para que esta interpretación de los hechos no hiciera aguas, habría que proponer un par de escenarios hipotéticos. Uno es que Juan Carlos puede ver el futuro. No sería descabellado, considerando que Kinzo, su self-insert, tiene un gran interés en el ocultismo, y es posible que esta fuera una forma de reflejar esa parte de sí misma. También sería un alivio para nuestra judicatura, que podría sostener que nadie le informó de que le estaban investigando y sólo huyó a Abu Dabi porque lo vio ella en su rifle de cristal.
Pero quedarnos en una interpretación mágica sería impropio de un medio como este. Debemos dar una alternativa realista. En este sentido, otra posibilidad es que Juan Carlos usó una tecnología X para viajar al futuro. Hay muchas facetas del mundo tecnológico que desconocemos, y como una persona con una fortuna inimaginable y contactos con el Departamento de Defensa de los EEUU, es posible que Juan Carlos tuviese acceso a formas de conocer su propio futuro.
La conexión entre las familias Borbón y Ushiromiya es difícil de negar, la cantidad de coincidencias entre los distintos personajes es abrumadura. Sin embargo, las circunstancias exactas de este fenómeno quedan abiertas a la interpretación o a la aparición de nuevos datos. ¿Es Mallorca una imagen especular de Rokkenjima? ¿Debería Felipe VI admitir que el palacio de Marivent se llama en realidad Kuwadorian? Estos son los datos, vuestras son las conclusiones.
Espero que hayáis disfrutado de esta investigación. En este país hay gente a la que por menos que este artículo le han caído años de cárcel, o se han resbalado misteriosamente por las escaleras de alguna comisaría de policía. Si queréis financiar mi futura apelación al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, recordad que tenemos una cuenta de Ko-fi. Somos un medio independiente y toda aportación ayuda enormemente. Y si os apetece leer mi escritura de ficción (en inglés), podéis pasaros por mi cuenta de DeviantArt.
¡Gracias por leernos y hasta pronto!